El edificio que sirve de sede para este museo constituye el ejemplo más antiguo de arquitectura civil existente en Borja, encuadrable dentro de la tipología del mudéjar primitivo y del que desgraciadamente pocos restos existen en la actualidad en Aragón.
Se trata de una construcción realizada a caballo entre los siglos XIV-XV, de planta rectangular, compuesta de dos plantas y falsa bajo cubierta, desde la que se accede al espacio cubierto que constituye el arco volado sobre la calle Planilla. El alero de la fachada principal está realizado con diferentes hiladas de ladrillo y una teja invertida, siendo el conjunto de buen tamaño y vuelo.
Sus salas cubiertas con alfarjes góticos son utilizadas para exposiciones temporales, pero en un futuro próximo, se espera poder instalar una colección permanente del pintor borjano que da nombre al museo.
Es una sala de exposiciones.