¿Qué visitar en Campo de Borja?

El medio físico condiciona la presencia del ser humano y el desarrollo de las sociedades por él formadas, por esto es importante encuadrar geográficamente el relato que vamos a desarrollar a continuación desde la Prehistoria a la Edad Antigua.

El territorio que hoy ocupa la comarca del Campo de Borja participa de las características generales del centro de la Depresión del Ebro. Amplias planicies, suaves relieves salpicados de antecerros, estructuras tabulares que separan las cuencas de los ríos tributarios, y una imprecisa red de drenaje que facilita la instalación de formaciones endorreicas, componen a grandes rasgos su marco físico. Entre la franja que queda limitada por el eje del río Ebro al norte y la cadena Ibérica, más concretamente la Sierra del Moncayo al sur, vamos a situar la historia de los hombres y mujeres que nos precedieron en este territorio vertebrado por el río Huecha.

“….Que a nosotros que nacimos de celtas y de iberos, no nos cause vergüenza, sino satisfacción agradecida, hacer sonar en nuestros versos los broncos nombres de nuestra tierra.”
Marcial, siglo I a.C.

Desde el monte, pasando por las zonas de cereal, viña, olivo y almendros hasta la huerta. Tierra de vegetales, desde el Moncayo (Mons Caius), objeto de culto de la Celtiberia y monte más alto del sistema Ibérico, hasta el padre Ebro (Iberus flumen), que da nombre a Iberia, hay una variada tierra cuyo hilo conductor es el río Huecha y su valle. Esta tierra es la comarca del Campo de Borja.

La comarca del Campo de Borja recorta en sus límites una porción del territorio de Aragón que es sumamente representativa de los diferentes espacios vegetales de nuestra región. Desde la zona más elevada, en el interior del Parque Natural del Moncayo (en las Peñas de Herrera de Talamantes), hasta la ribera del Ebro en Novillas, podemos recorrer múltiples y muy variados ecosistemas. La diferencia de altitud, las variaciones microclimáticas y la presencia del río Ebro, hacen que la variedad vegetal sea inmensa.

Las denominadas bodegas vinarias, como se las denomina en los libros de registro fiscal de 1919 – 20, ubicadas en cerros, aparecen localizadas en los siguientes términos de las comarcas del Aranda, Tarazona y Moncayo y Campo de Borja: Torrellas, Santa Cruz de Moncayo, Cunchillos, Grisel, Lituénigo, Trasmoz, Vera de Moncayo, Añón, Talamantes, Ambel, Bulbuente, Maleján, Borja, Ainzón, Bureta, Albeta, Magallón, Alberite de San Juan, Pozuelo de Aragón, Fuendejalón, Tabuenca y Calcena.

Se diferencian de las llamadas bodegas – casa o de las denominadas por nosotros bodegas – castillo. Las vinarias están aisladas de cualquier otra edificación, sea casa o pajar, y conforma un conjunto distribuido, bien en un cerro testigo, bien en la ladera de un valle, o en pequeños montículos junto a caminos. Aparecen excavadas en la roca y en ellas se fabrica vino. No suelen convivir con bodegas en casa.

Las bodegas de los castillos como el de Ambel, Vierlas o Malón se hayan asociadas al castillo o convento de la localidad. No podemos establecer a priori que las bodegas y las herramientas y los pozos y canalizaciones sean coetáneos de la obra que los alberga. Nos dieron noticia de la existencia de bodegas en el espléndido castillo – palacio de Novillas, no lo pudimos constatar a pesar de visitar la localidad. Coexisten con las bodegas en casa y las bodegas vinarias.

Las bodegas en casa aparecen prioritariamente en las localidades como San Martín de Moncayo, Litago, Añón o Alcalá si hablamos de las faldas más inmediatas a Moncayo. La proximidad a la ribera y Navarra marcan la segunda zona de vino en casa con localidades como Novallas, Malón o Vierlas, El Buste, Bisimbre, Agón o Mallén. Las bodegas de estas localidades estaban destinadas fundamentalmente al consumo propio y salvo que apareciera alguna bodega que aglutinara las producciones locales. Serían los casos de las bodegas que se establecieron en Vierlas, ( bodegas Chivite o las futuribles de Guelbenzu hoy en día) y también en Agón. No suelen convivir con bodegas vinarias en cerro aunque sí pueden aparecer con las de castillo o convento.

Fuente: Patrimonio Cultural Aragonés

El dance es una de las más importantes manifestaciones del folklore aragonés. En nuestra comarca goza de un gran arraigo y vitalidad e incluso podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que estamos en una de las zonas que mejor mantiene, bien sea “viva” o al menos plenamente documentada, esta expresión popular.

Un festival de música es un evento social que suele aglutinar una gran cantidad de conciertos de música durante varios días y generalmente del mismo género musical, de este modo los asistentes al festival pueden pasar varios días disfrutando de música en directo

El término festival de cine es la denominación habitual de los concursos de cinematografía, realizados en varias ciudades o regiones del mundo.