Comarca Campo de Borja
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Situada en el valle del río Huecha («La Huecha») y fronteriza con Navarra, la historia de la villa de Mallén no puede ser contemplada sin hacer referencia a su condición de «extremadura» y a su estrecha relación con la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, actual Orden de Malta.
Templarios y Hospitalarios, fueron beneficiarios de la donación de este lugar por Alfonso el Batallador, dos años antes de su muerte. Ambas órdenes acordaron en 1149 que Mallén fuera propiedad de Hospitalarios, mientras que los Templarios ocupaban el vecino castillo de Novillas. Mallén se convierte así en la principal plaza de la Orden de San Juan en Aragón; residencia del Prior del Hospital en Aragón y Barcelona. Desde aquí se afianzó la Orden en Navarra.
Municipio: MALLÉN
Dirección: Pl. la Iglesia, 4, 50550 Mallén, Zaragoza
El priorato de Mallén ejerció jurisdicción sobre todas las encomiendas Navarras y Aragonesas, hasta 1177 en que se independiza el Priorato de Navarra y las encomiendas aragonesas pasan a depender de la castellanía de Amposta. Frey Guillem de Belmes, Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén con permiso del Obispo Bernardo II, promovió la edificación del templo bajo la advocación de Santa María.
Puede datarse el inicio de su obra hacia 1149, una vez alcanzado el acuerdo de reparto entra ambas órdenes. En 1985 a tenor de obras de restauración en la cabecera del templo, salieron a la luz los restos del templo románico, que se intuía por asomar el cilindro absidal por encima de las cubiertas de la actual cabecera.
La sensación general del templo es de magnificencia. Gran planta rectangular distribuida en tres naves al interior. Torre centrando el muro de poniente y abundantes añadidos al este y norte de su fábrica general. De su cabecera sobresale en la base de lo visible del ábside central una parte del cilindro absidal románico y un fuste de columna-contrafuerte adosada. Destaca por su color blanco porque esta hecho de alabastro.
Esta es la característica morfológica diferencial de este templo románico del S XII avanzado. Lo habitual en Aragón es que las iglesias románicas se edifiquen con piedra arenisca. En unos pocos casos, vemos «románico de ladrillo» en zonas de transición al mudéjar (Zuera, Tauste). Pero edificar todo un templo con bloques de magnífico alabastro es excepcional y único. Sillares, columnas, capiteles, cimientos… y por supuesto el crismón labrado en una dovela que fue la pieza clave de una portada desaparecida que felizmente se reutilizó en la nueva fachada de poniente del templo del S XVIII.
Una sucesión de obras posteriores para acudir al deterioro del templo y ampliar su capacidad llevadas a cabo en 1764, dieron al traste con el edificio original. Fueron perforados sus muros con arcadas para comunicar su nave con las laterales de nueva fábrica. Se demolió su fachada de poniente, donde debió de estar la portada principal y se edificaron dos tramos más y la torre. También al este se añadieron edificaciones dejando oculto el ábside. En el esquema de la planta actual del templo, del Arquitecto D. José Guillermo Moros (2002), se resalta en amarillo el espacio que debió de ocupar el primitivo templo del S XII.
En la fachada de poniente actual puede verse gran cantidad del alabastro reutilizado con sus cuidadas marcas de cantero (que se repiten en Novillas). En lugar preferente, centrando la vertical bajo la torre, entre dos óculos y ocupando casi el mismo lugar en que debió ser colocado (dos tramos más adelante) luce el magnífico crismón trinitario de alabastro. Está esculpido en relieve sobre la dovela clave que fue del pórtico de acceso al templo.
El crismón consta de seis brazos. De los superiores penden en situación inversa omega y alfa y bajo dichos símbolos sendos círculos que representan el Sol y la Luna. La tilde ocupa el vano de la «P» lo que lo adscribe al «Tipo Navarro» según clasificación de Matarredona y Olañeta. Un pequeño círculo central a modo de medallón completa su decoración. La hechura es muy cuidada y hay pequeños bezantes adornando toda el relieve de brazos y símbolos. Contrasta con el hecho de que la tilde del vano del símbolo «P» esté hecha de dos medios segmentos no coincidentes.
A ambos lados del retablo vemos en altura los capiteles que coronaban las semicolumnas adosadas en el interior del cilindro absidal. La decoración es de lacería como corresponde a un momento avanzado del románico.
Fuente: Románico aragonés
La iglesia de Nuestra Señora de los Angeles , antiguo templo románico construido en el siglo XII, fue reformado en estilo barroco durante el siglo XVIII.
El ábside destaca por su color blanco, dado que al igual que el resto del templo esta hecho con bloques de magnífico alabastro: sillares, columnas, capiteles, cimientos, el crismón, etc., bloques reutilizados en la nueva fachada de poniente del templo del siglo XVIII.
En el eje central del ábside, de planta semicircular, se abre una ventana abocinada en arco de medio punto. Los capiteles del arco están decorados con motivos vegetales y entrelazos.