Camino Ignaciano por Mallén (ETAPA 13: TUDELA-GALLUR)

  • Salimos de Tudela. Tomamos la calle “Camino Caritat” hacia nuestra izquierda para dirigirnos al puente sobre las vías del tren. Junto al puente hay un pequeño camino que nos ayuda a subir al puente y cruzar. En estas horas tempranas, nosotros tomamos la ruta del Sol, que nace sobre el Mediterráneo lejano. Pasamos la vía del tren cruzando el puente y, justo al terminar la bajada, tomamos un camino a la derecha que hace una curva hacia atrás y nos lleva hacia una estación transformadora de electricidad.
  • Nuestro camino sigue recto y amplio, sin dificultad. Vamos dejando atrás granjas y caseríos. Siempre por el camino ancho, llegamos hasta la carretera, que pasamos por debajo aprovechando el puente sobre la vía, haciendo un largo meandro. Al dejar el puente nos encontramos con un cruce, en el cual tomamos el camino de la derecha, que nos acerca a las vías. Tras un kilómetro aproximadamente, el camino aparece asfaltado.
  • La vía del tren siempre a nuestra derecha, nos acompaña hasta acercarnos al camino de entrada de la gran finca “El Carrizal”. Nuestro camino sigue llano, amplio y sin bifurcaciones. Poco después, nos encontramos con una carretera que tomamos a la izquierda. Así nos acercamos al Canal Imperial, que nos acompañará hoy a lo largo del camino.
  • La carretera fluye entre las aguas del canal a nuestra izquierda y la vía del tren a nuestra derecha. Si la situación del margen del canal lo permite, es mucho mejor caminar al lado del agua. Llegamos al puente “Formigales” y, justo después de cruzarlo, cogemos el camino de la derecha, un camino amplio que deja a nuestra espalda las construcciones de “El Bocal”. Caminamos siguiendo el curso del agua, que siempre nos acompaña a nuestra derecha. Si hasta ahora no habías utilizado tu sombrero, te recomendamos cogerlo: ¡no hay muchos árboles en esta parte del recorrido! y tenemos 5 kilómetros por delante. Tomamos a nuestra derecha el primer puente que cruza el canal. Dejando el canal detrás de nosotros, entramos en Ribaforadada.
  • La misma calle en la que entramos nos conduce directamente hasta la vía del tren, atravesando el centro del pueblo. Al encontrar la vía del tren, giramos a nuestra izquierda, sin atravesar las vías. Como un compañero amable de viaje, el “camino de hierro” nos llevará en unos 10 kilómetros hasta Cortes: siempre a nuestra derecha, el tren es la guía. A unos 2 kilómetros, el camino gira 90º y se empieza a alejar de las vías. Es inconfundible porque hay una gran fábrica, y a unos 200 metros se ve un puente. Se puede seguir al lado de las vías justo hasta después del puente, donde vuelve a aparecer el camino paralelo a las mismas. Tras otro par de kilómetros largos, el camino vuelve a alejarse de la vía.
  • Los peregrinos de a pie han de estar atentos aquí: se puede seguir junto a la vía, todo de frente, aunque el camino está perdido en este tramo de 200 m. Pasado este tramo, siempre junto a la vía, vuelve a empezar el camino de tierra que nos mantiene paralelos al tren. Los peregrinos en bicicleta mejor que sigan por el camino de tierra. En este caso hay que dejar que el camino nos aleje de la vía casi un kilómetro, hasta que vemos un cruce a la derecha muy nítido que nos devuelve por otro camino ancho a la misma vía. Seguimos dejando la vía a la derecha.
  • Finalmente nuestro camino se abre en ángulo y se separa de la vía del tren, alejándonos progresivamente de él y llevándonos hacia las primeras granjas que indican la proximidad de la villa de Cortes. Nuestro camino agrícola sigue recto hasta encontrar una gran rotonda, ya a las puertas de Cortes. Giramos a nuestra derecha en la rotonda.
  • Por fin, entramos en la villa y vamos siguiendo la calle principal, girando ligeramente a la derecha, hasta llegar a una calle estrecha que aparece a nuestra izquierda y que nos conduce hasta El Castillo, que alberga en su interior la «Exposición permanente del Yacimiento Alto de la Cruz de Cortes», y la Iglesia de San Juan Bautista. Detrás del Castillo está el bonito parque de la Huerta del Castillo, que se puede visitar. Seguimos recto por la misma calle hasta desembocar en otra que hemos de seguir a nuestra derecha. Tenemos que mantenernos en la calle de San Miguel, en dirección a la estación de tren. Al llegar a la altura de las vías, la calle pasa por debajo de ellas y nosotros también. Seguimos nuestro camino torciendo ligeramente a la derecha, siguiendo una larga recta de carretera asfaltada que nos conduce a una rotonda que nos permite pasar por debajo de la carretera N-232. Seguimos recto, cruzando una segunda rotonda y enfilando la recta delante de nosotros, que nos hace entrar en Mallén. Al llegar a una plaza jardín triangular a nuestra izquierda nos metemos a la izquierda, bordeando la plaza. Esa calle desemboca en la plaza de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Tomamos la avenida Zaragoza y a 100 m giramos a la izquierda por una calle que baja en dirección a la carretera N-232. La cruzamos en dirección al polígono industrial de Mallén. Seguimos recto por la calle que atraviesa el polígono y al llegar al final tomamos el camino de la derecha y en la primera bifurcación, a tan sólo 50 m, tomamos el camino de la izquierda. Cruzamos el túnel de las vías del tren y en 300 m llegamos al Canal Imperial. Lo tomamos a la derecha y vamos a cruzarlo por el puente que vemos cerca de nosotros. Cruzamos y seguimos el Canal por su margen izquierdo hasta llegar a Gallur. Tenemos 7 km de Canal para caminar delante de nosotros.
  • Siempre junto al Canal, entramos en Gallur. Un puente de color azul cruza el Canal Imperial. Subimos a él y pasamos al otro lado, donde se encuentran las piscinas municipales. Justo en frente de nosotros está la estación del tren y en el edificio de al lado se encuentra el albergue de peregrinos y su restaurante. Fin de etapa.

Fuente: caminoignaciano.org