Construida en 1560, es un edificio de una sola nave con ábside semicircular, sin crucero, que da imagen de espacio unitario y bóveda estrellada.

El altar mayor, fechado a principios del siglo XIX, está rematado con una talla barroca de San Nicolás de Tolentino. A sus pies, el patrón de Albeta, Santiago Apóstol. Ambas tallas son de estilo barroco.

Las dos capillas laterales están dedicadas al Niño Jesús y a la Virgen del Rosario. En esta última, colocada en un retablo neoclásico de madera hay una talla de la titular que puede datarse a comienzos del siglo XVIII.

Estas dos capillas cumplen una doble función: desviar parte del peso de los contrafuertes a las paredes de las capillas y ocultar los contrafuertes en el exterior por razones estéticas.

Existen otros tres altares dedicados a la Purísima Concepción, a la Virgen de los Dolores y a San Antón representado en una talla barroca sobre un altar del mismo estilo.

En el coro es digno de admirar un retablillo barroco con una piedad dieciochesca.