Reloj Bajomedieval

En el año 2011, la Escuela Taller de restauración Juan Arnadin I de la Diputación Provincial de Zaragoza procedió a llevarse de la Iglesia de la Asunción de Pozuelo un lienzo pegado a una tabla datado en 1563. El mismo no se encontraba en buenas condiciones de conservación, ya que presentaba un desgarro en la tela, dejando al descubierto un rostro que había sido pintado con temple en una época anterior. Tras los estudios con rayos X, se constató que las tablas de madera bajo el lienzo recogían los componentes propios de un reloj bajomedieval.

Mientras los restauradores emprendían la laboriosa tarea de separar el lienzo y tablas, los historiadores se dispusieron a abordar el estudio que desvelaría los misterios de esta pieza. En primer lugar, se centraron en ubicar la procedencia del reloj. Dado que Pozuelo perteneció al monasterio de Veruela y que el escudo heráldico del patrocinador del reloj aparecía con un báculo abacial, el paso natural era empezar en dicho monasterio. Ahí, encontraron una lauda sepulcral con un escudo idéntico al de la tabla, confirmando definitivamente que se trataba del reloj medieval de la abadía verolense.

El paso siguiente era identificar al abad, una tarea a priori sencilla pero que se vio salpicada de diversas dificultades relacionadas con la heráldica y la trayectoria de los distintos abades del cenobio. Tras un estudio heráldico y genealógico de los abades, junto con el análisis artístico de la pieza, lograron establecer una acotación cronológica que permitió obtener la certeza de que se trataba del abad Gonzalo Fernández de Heredia y Bardaji, importante religioso y diplomático aragonés del siglo XV, abad del monasterio entre 1475/76 y 1479. Nacido en Mora de Rubielos, era descendiente de Juan Fernández de Heredia, y “casi con toda seguridad no llegó a residir en el monasterio, porque fue enviado a Roma. Pero eso no impidió que quisiera hacer un regalo de calidad al monasterio, y fue el reloj”.

Finalmente quedaba por averiguar la historia material del reloj; desde su colocación en la abadía hasta su hallazgo en Pozuelo. Varios documentos del monasterio daban las claves, pues en las memorias de un abad posterior se informaba de que el reloj fue retirado de su asiento, junto a la escalera del brazo derecho de la iglesia, en el año 1551. En el mismo periodo, se construyo en la misma área de la abadía la Torre del Reloj o de San Miguel, quedando así obsoleto el reloj; cuya tabla que guardada y reaprovechada años mas tarde como soporte del lienzo de San Antonio Abad, realizado en 1563 por Cristóbal de Espinosa que luego acabaría en Pozuelo de Aragón.

La propia tabla del reloj da su explicación. En ella se dispone un gran sol central, inscrito en un anillo con dos series de doce horas en numerales romanos, con los signos del “Tetramorfos” (cuatro evangelistas) en las esquinas. En la parte superior está el escudo de Aragón y en la inferior el escudo del mencionado abad. De la máquina se ha salvado en indicador horario, pero se ha perdido todo lo demás.

El reloj estuvo en uso desde los años 10 del siglo XV hasta 1548, que fue cuando se retiró y se desmontó la escalera de piedra de acceso al dormitorio. Por suerte, en lugar de echar la tabla al fuego, se utilizó de soporte para un cuadro. La maquinaria, como era costumbre en la época, se entregaría al artesano que hizo el reloj de la torre de San Miguel.

Fuente: Turismo Pozuelo de Aragón.